Las Caries
Las caries constituyen una de las enfermedades infeccionas más habituales en todo el mundo.
Son pequeños orificios en la superficie de los dientes que los lesionan de manera permanente.
Sus causas poco o nada tienen que ver con orígenes genéticos, sino que son consecuencia directa de la combinación de una higiene dental deficiente y unos malos hábitos alimenticios, con ingesta de tentempiés y alimentos azucarados.
Aparecen con especial frecuencia en niños, adolescentes y adultos de edad avanzada, sin embargo cualquier persona, incluidos los bebés, puede sufrirlas.
Mientras son pequeñas, es posible que no notes que se están formando. De ahí la importancia de las revisiones en tu dentista en Valencia y las limpiezas dentales en clínica periódicas, para asegurarse del buen estado de tu salud bucodentel.
Síntomas
Pueden provocar síntomas a medida que crecen como:
Dolor de muelas, repentino o sin causa aparente.
Dolor intenso o agudo al ingerir alimentos fríos, calientes o dulces.
Dolor al morder o masticar.
Hipersensibilidad dental.
Manchas marrones, blancas o negras en cualquier superficie dental.
Orificios visibles en los dientes.
Absceso, inflamación o pus alrededor del diente.
Si no se tratan, pueden crecer y afectar a capas más profundas del diente, con consecuencias mayores, dolores más graves que interfieren en la vida cotidiana, dificultad para comer, llegando a poder perder el diente dañado, afectando la imagen, la autoestima y la confianza.
Una caries comienza a gestarse a partir de la acumulación de la placa dental. Se trata de una película transparente que se adhiere a la superficie dental cuando la higiene dental es deficiente y no consigue eliminar azúcares y almidones. Con el tiempo, esta placa se endurece a lo largo y bajo la línea de la encía y se endurece y se transforma en sarro, que protege a las bacterias y hace más difícil la eliminación de la placa.
Esta placa contiene una serie de ácidos que atacan la superficie del diente, provocando una serie de orificios diminutos en el esmalte, consiguiendo acceder a la dentina, más blanda y vulnerable a este ácido y al ataque de las bacterias.
A través de los tubos dentinarios, acceden al nervio, provocando sensibilidad. Según avanzan, el ácido y las bacterias consiguen llegar a la pulpa, irritándola e inflamándola, oprimiendo el nervio y causando dolor. Este dolor puede extenderse al exterior de la raíz, en dirección al hueso.
Factores
Todas las personas con dientes están en riesgo de tener caries, aunque los siguientes factores podrían aumentar las posibilidades:
- Posición dental. En la mayoría de los casos, las caries son más habituales en molares y premolares, ya que se caracterizan por sus muchos surcos, y recovecos donde se pueden acumular porciones de alimentos, con lo que su limpieza es más difícil que en los delanteros, más lisos y de más fácil acceso.
- Alimentación. Los alimentos dulces y pegajosos, que, al adherirse prolongadamente a la superficie del diente, son más difíciles de eliminar y por tanto, los mayores causantes de caries, como dulces, bebidas carbonatadas, papas fritas o cereales o frutos secos.
- Frecuencia. Esos mismos alimentos o bebidas, ingeridas con una mayor frecuencia, propician la proliferación de bacterias, produciendo ácido que desgasta y ataca a los dientes. Este efecto se agudiza y prolonga con la ingesta de bebidas ácidas y carbonatadas.
- Caries del biberón. Se da cuando los bebés realizan su última toma antes de dormir. Los biberones con leche, zumo u otras bebidas azucaradas, permanecen en sus dientes durante la noche, lo que facilita el ataque bacteriológico. Y se da igualmente cuando los pequeños van de un lugar a otro con esas mismas bebidas en sus biberones o bebedores.
- Técnicas de cepillado. La importancia de cepillarse después de cada comida con una buena técnica es vital para eliminar la placa y prevenir las caries.
- Flúor. Se trata de un mineral que se producido naturalmente de forma natural, que se agrega a numerosos suministros de agua, pastas de dientes y colutorios dentales, debido a sus beneficios sobre los dientes, ya que ayuda a prevenir las caries e incluso logra revertir los primeros daños en sus fases iniciales. No obstante, generalmente, no se encuentra en el agua embotellada.
- Edad. A pesar de las caries son más habituales en los niños y adolescentes, los adultos también se ven expuestos a su ataque. Con el paso de los años, las encías pueden retraerse, los dientes desgastarse y sus raíces deteriorarse.
- Xerostomía. La sequedad bucal es la ausencia de la saliva que hidrata los tejidos, elimina los restos de alimentos y placa, contrarrestando el ácido que producen las bacterias y previniendo las caries. Algunos medicamentos, enfermedades, la radiación y determinados procesos de quimioterapia pueden aumentar el riesgo de caries, ya que disminuyen la producción de saliva.
- Empastes antiguos o dispositivos dentales. La placa se acumula más fácilmente en los empastes que con el tiempo se han roto, desgastado o vuelto más rugosos, dificultando su eliminación. Asimismo, los desajustes de dispositivos dentales pueden ocasionar la aparición de caries bajo ellos.
- Ardor de estómago. El ácido estomacal derivado por reflujo gastroesofágico asciende hasta la boca, provocando el desgaste del esmalte y daño en los dientes, ya que deja expuesta la dentina a los ataques de las bacterias y crea caries.
- Trastornos alimentarios. Enfermedades como la anorexia y la bulimia pueden tener como consecuencia la erosión del esmalte y grandes caries. La producción de saliva puede ser menor y el ácido estomacal de los vómitos reiterados puede dañar el esmalte de manera irreversible.
Y cómo las evito?
- Cepillado con dentífrico fluorado tras cada comida, al menos dos veces al día, incidiendo en la limpieza de antes de ir a la cama, con seda dental o cepillos interproximales para limpiar los espacios entre dientes.
- Enjuages: Tu dentista en Valencia te indicará el más adecuado para tí.
- Revisiones periódicas: Al menos una o dos veces al año, de manera preventiva.
- Alimentos saludables: Evita los ricos en azúcar y aquellos que pueden quedar atrapados entre los dientes. O cepíllalos cuanto antes para eliminarlos. Aumenta la ingesta de frutas y verduras frescas, el café y té sin endulzar y la goma de mascar sin azúcar, que contribuye a arrastrar las partículas de comida de entre los dientes.
- Fluorizaciones o antibióticos: Si tu riesgo de caries es elevado y lo considera necesario, tu dentista en Valencia te recomendará fluorizaciones periódicas de manera preventiva. Igualmente, puede prescribirte enjuagues antibióticos u otros tratamientos que ayuden a disminuir las bacterias cariogénicas en tu boca.
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